El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha lanzado nuevamente críticas contra el periodista Carlos Loret de Mola, en relación con las propiedades millonarias que este último tendría en México y Estados Unidos.
En esta ocasión, López Obrador declaró que un terreno ubicado en Valle de Bravo habría sido adquirido a Miguel Limón Rojas, quien fue Secretario de Educación durante el gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000). “Era del señor Miguel Limón, que fue Secretario de Educación. Él tenía las ocho hectáreas; fue quien vendió el terreno y ya Loret reconstruyó la casa”, explicó el mandatario.
Este inmueble ya había sido mencionado en una conferencia de prensa del 6 de abril, aunque el presidente aseguró que la información sobre el terreno provino de una denuncia ciudadana, sin dar más detalles sobre la misma. Durante ese encuentro con los medios, López Obrador afirmó que la propiedad en el pueblo mágico de Valle de Bravo cubría una extensión de ocho hectáreas. Posteriormente, aclaró que debido a que el terreno se dividió, a Loret de Mola solo le pertenecen tres hectáreas y media.
“No me equivoqué en el valor: esa casa debe de valer entre 100 y 120 millones de pesos”, comentó López Obrador sobre el presunto costo de la propiedad. Añadió que, además de la casa, el terreno cuenta con una alberca que, en sus palabras, hace ver como una “bañera” la de la “Casa Gris” de su hijo José Ramón López Beltrán, ubicada en Houston, Texas.
López Obrador continuó diciendo: “Él tiene nada más como tres hectáreas y media, como 35 mil metros cuadrados (…) Una mansión con una alberca que hace parecer pequeña la que rentó José Ramón y su esposa”.
Asimismo, el presidente presentó documentos que presuntamente verifican la compra de un departamento valuado en 24 millones de pesos por parte de Loret de Mola, indicando que la transacción se realizó con el político Ignacio Morales Lechuga, asociado al salinismo.
En su discurso, López Obrador reiteró la importancia de la transparencia respecto a los bienes e ingresos de Loret de Mola y otras personas con conexiones públicas. “¿De dónde vienen los ingresos de este tipo de periodistas? Gran parte provienen de fondos públicos. Es necesario transparentarlo todo. Nada de corrupción”, argumentó.
A pesar de sus críticas, López Obrador negó que sus comentarios estuvieran motivados por asuntos personales, subrayando que su objetivo es denunciar la “riqueza mal habida” de ciertos periodistas. “¿Cómo es que con el noble oficio del periodismo se acumula tanto dinero? ¿Con qué autoridad moral pueden situarse como jueces? Es el colmo del cinismo. Para ser opositor se necesita autoridad moral, de lo contrario, es hipocresía”, afirmó el presidente.
Concluyó diciendo: “Estoy en contra de la riqueza mal habida y de la corrupción. No todo lo que se posee es malo. No es nada personal, simplemente se trata de cero corrupción y de que no solo los servidores públicos tengan que declarar sus bienes”.