La corrupción es un mal que le ha hecho un gran daño a la sociedad mexicana, sin embargo, dicha corrupción no solamente tiene que ver con los políticos y demás autoridades, en muchas ocasiones este virus también ataca algunos otros rubros, como el de la información.
Un régimen corrupto no puede sostenerse solo, necesita de algunos otros entes que permiten la legitimación de un Estado, legitimación que en el plano democrático no alcanzaría a sostener.
En 1988 se publicó el libro “Los Guardianes de la Libertad” del filósofo y politólogo Noam Chomsky y el economista y analista de medios de comunicación Edward S. Herman, en esta obra se explica que en los países no autoritarios los medios se autorregulan mediante un sistema regido por el mercado.
Según su ejemplo, un diario, radio o televisión apenas percibía en esos años un 20% de sus ganancias de los ejemplares vendidos al público o de la cantidad de personas que veían o escuchaban su contenido, la mayoría de las ganancias se obtienen de los anunciantes.
Es mediante esta inyección de capital que los medios se subordinan a intereses político o económicos específicos, por lo cual no darán a conocer información contraria a esos intereses y enumeran 5 filtros que siguen los periodistas y medios regulados.
- El dinero: Los medios de comunicación privados buscan ser rentables y para lograrlo el dinero es un factor elemental, independientemente de quién venga ese flujo de efectivo.
- La publicidad: Los medios siempre favorecerán a su mejor patrocinador, ya sea el gobierno o alguna otra empresa privada.
- Las fuentes: Es imposible tener reporteros en cada punto del país o el mundo, por ello también dependen de otras agencias de información y en ocasiones pueden emitir esos datos sin corroborarlos completamente.
- El FLAK: Esta palabra se refiere a los esfuerzos por desacreditar a organizaciones o individuos que están en contra del orden establecido, generando respuestas sistemáticas para afrontar estas contingencias.
- El ANTI: Dependiendo de la situación se trata de todo pensamiento que sea anti-sistema, puede ser anti-patriótico, anti-capitalista, anti-comunista, así, los medios aprovecharán el miedo que la audiencia pueda tener sobre algún tema en específico y lo explotarán.
Sin duda cada uno de estos filtros se ajustan a la forma de trabajar que ha tenido Carlos Loret de Mola que sin reparo alguno se ha prestado a algunos de los montajes más recordados del periodismo mexicano, así como a atacar a figuras contrarias a los intereses de sus contratantes.
Loret como herramienta del régimen
Ejemplos existen muchos, algunos más detestables que otros, como aquella ocasión en 2018 cuando en su programa “Primero Noticias” de la cadena Televisa entrevistó a Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública en el gobierno de Felipe Calderón.
En esta entrevista se puede ver a un García Luna nervioso, con problemas para hilar palabras correctamente, constantemente aclarándose la garganta ante el miedo que suponía las acusaciones que ya pesaban en su contra en EEUU por vínculos con el narcotráfico.
También se puede apreciar los esfuerzos de Loret por limpiar la imagen del ahora sentenciado a 38 años de prisión en EEUU con preguntas hechas a modo y sin interrumpir las respuestas del acusado.
La relación de García Luna con Carlos Loret de Mola no es nueva pues en 2005 el comunicador fue parte importante del montaje de la detención de Florence Cassez e Israel Vallarta por delitos de secuestro, violando todos los protocolos de acción y respeto a los derechos humanos.
Omisión de información de Loret
Loret también es conocido por su crítica selectiva, por ejemplo, se ha dedicado a denunciar el supuesto daño ecológico del Tren Maya a la selva de la Riviera, pero ha omitido evidenciar afectaciones que han realizado empresas privadas, como el Grupo Xcaret.
Dicho grupo ha construido grandes hoteles en la zona y se detectó que crearon una atracción de 8 cenotes conectados entre si mediante túneles y ríos artificiales, además de que perforaron el subsuelo para la construcción de una iglesia, violando la Ley General de Equilibrio Ecológico y Proyección al Ambiente.
Tampoco mencionó nada, por ejemplo, de otro negra proyecto de este grupo que pretendía arrasar 160 hectáreas en Santa Elena, Yucatán para construir 9 hoteles de 18 pisos, proyecto que afortunadamente ya fue cancelado la SEMARNAT.
Así queda constatado que los intereses de Carlos Loret de Mola poco tienen que ver con brindar información veraz y útil a su audiencia, por el contrario, busca conseguir influenciar la opinión pública para conseguir los objetivos de aquellos que lo han contratado, ya sea gobiernos, políticos o empresas privadas.